Descripción
El Vino
La añada de carácter seca y precoz nos ha traído un vino con poca acidez y muy generoso en aromas. Nariz, de estilo “barroco”. En boca sigue el “corte roselito” de todos los años, el de las viñas viejas de tinto fino y albillo, pero con un ataque más envolvente que nunca.
2017, año seco y precoz
Añada precoz la de 2017, aunque los almendros no estuvieron en flor en San Esteban de Gormaz hasta el 13 de marzo, fecha un tanto tardía comparada con la de otros años.
La primavera fue fría y seca. Nos dejó el 28 de abril una helada dura con temperaturas de -7ºC que se llevó por delante todos los brotes, aunque por suerte muchas de las yemas no habían salido y fueron salvadas. Aún así, la pérdida de cosecha fue de un 30%.
La floración fue muy rápida, entre el 5 y el 12 de junio. Ya con este dato pudimos suponer que tendríamos una maduración homogénea y una vendimia rápida. Y así fue.
Justo antes de comenzar el verano, a finales de junio, hubo una ola de calor anormal para la época, con temperaturas de hasta 38ºC durante un período de quince días, lo que hizo que las uvas adquirieran una piel gruesa y tuvieran poca pulpa.
Ya en julio volvimos a las temperaturas „normales‟ para las máximas, las mínimas fueron bastante frías, y recogimos 70 l. de agua (muy esperados) los días 7, 8 y 9 de julio. El envero fue precoz, comenzó el 26 de julio, con quince días de antelación.
Agosto nos trajo días más bien calurosos y noches frescas. Los días 27, 28 y 29 volvimos a recoger 50 l. de agua, lo que permitió mantener las plantas frescas a pesar de la sequía general del año.
Las “quitameriendas” (Colchicum montanum), que acostumbran a anunciar el fin del verano, también fueron precoces, apareciendo con tres semanas de antelación (el 8 de septiembre). Y vendimiamos Roselito 2017 entre el 20 y el 23 de septiembre, rápida vendimia, ¡tal y como habíamos previsto!